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Psicología

En nuestro departamento de Psicología tratamos los distintos trastornos que puede padecer la mente humana, tales como, Ansiedad, Fobias, Esquizofrenia, Autismo, Trastorno Bipolar, Pánico, Déficit de atención, Hiperactividad, etc. en pacientes como niños, adolescentes y adultos. Mediante la administración de tests psicológicos, test proyectivos y entrevistas personales y/o familiares, podemos desarrollar un diagnostico y favorecer su evolución para la mejoria del paciente.

Por eso en Cadapa en la primera entrevista se plantean las dificultades principales que serán los objetivos de evaluación. En función de las necesidades del caso, se evalúan diversos aspectos:

Nuestra filosofía “personas que tratan con personas”, ofrecemos un espacio seguro, cercano y adaptado a tus necesidades.

 

TERAPIAS

En etapas de nuestra vida, ante ciertas circunstancias, es posible que necesitemos un espacio seguro y personal, en el que reflexionar, hablar, crecer y enfrentar dificultades. En Cadapa, ofrecemos este espacio, poniendo énfasis en la relación sanadora que se establece entre terapeuta y paciente.  Los terapeutas de Cadapa acompañamos a nuestros pacientes durante el proceso de la terapia, en el que la persona descubre sus fortalezas y supera sus dificultades. En este espacio de trabajo personal, se respeta el ritmo de la persona y nos adaptamos a sus circunstancias.

En este espacio trabajamos semanalmente en sesiones de una hora de duración, abordando un gran abanico de problemas: ansiedad, depresión, problemas relacionales, problemas de autoestima, estrés laboral, obsesiones, trastornos de la conducta alimentaria, trastornos de personalidad, psicosis, trastornos de conducta etc.

Las relaciones con los demás y el compartir experiencias, hace que sintamos que no estamos solos con nuestras dificultades, lo cual resulta sanador. En Cadapa, facilitamos un espacio para abordar los problemas en un entorno relacional seguro, con personas que tienen similares dificultades. Consideramos que el grupo es un instrumento que potencia el cambio deseado e impulsa en crecimiento, con la relación como marco de referencia.

Las sesiones grupales tienen una duración de dos horas y una frecuencia quincenal.

En Cadapa concebimos que la familia es el núcleo fundamental y pilar básico en el desarrollo, y por lo tanto, una herramienta esencial para el cambio. La familia proporciona al individuo dos grandes regalos: las raíces, que son la identidad, el sentimiento de pertenencia y el sentimiento de formar parte de una historia; y la fortaleza para crecer, construir y crear.

No obstante, en la vida surgen circunstancias  que pueden derivar en crisis familiares y generar desequilibrios en el funcionamiento familiar y malestar en los individuos. Por ellos, en Cadapa ofrecemos un espacio de escucha y comprensión para la familia en el que puedan desarrollar una dinámica funcional y estable. El terapeuta acompaña a la familia durante el proceso, escucha sus demandas y les ayuda a identificar por un lado, sus fortalezas como familia, y por otro lado la manera en la que dichas fortalezas pueden ayudar en aquellos aspectos en los que necesitan mejorar.

El formato de la terapia familiar es en sesiones quincenales de 90 minutos, a las que pueden acudir la familia al completo o solamente algunos miembros (padres, hermanos…etc).

Las relaciones de pareja son algo muy importante en el desarrollo del ser humano. En la relación de pareja buscamos a alguien con quien poder compartir. Compartir el amor, compartir una vida, compartir nuestros proyectos y nuestras inquietudes, compartir nuestros miedos y nuestra tristeza… La construcción de una relación de pareja se basa en tres pilares fundamentales: la intimidad, el compromiso y la pasión. Estos pilares acompañados del respeto y la confianza generan un vínculo sobre el que cada uno de los miembros puede desarrollarse y crecer.

Es común que en las relaciones de pareja puedan surgir crisis generadas por numerosas circunstancias (rutinas laborales exigentes, desgaste de la convivencia, la llegada de los hijos, cambios en las familias de origen…), que acaban dañando alguno de los tres pilares fundamentales de la relación. Si estas crisis son ignoradas pueden hacer que nos alejemos del proyecto común, de los sentimientos y los valores compartidos, pero sobre todo puede hacer que nos alejemos de nuestra pareja.

En Cadapa, nos parece fundamental poner a disposición de las parejas un espacio de encuentro en el que con la ayuda del terapeuta ambas partes puedan escucharse, expresarse y comprenderse, para poder encontrar sus fortalezas como pareja que les ayudan a hacer frente a los nuevos retos y dificultades que s eles pongan por delante.

Las sesiones de terapia de pareja tienen una duración de 90 minutos y una periodicidad quincenal.

La infancia y la adolescencia son las primeras etapas del desarrollo y vienen determinadas por numerosos cambios. Esta etapa condiciona en gran medida su identidad, la manera de verse a sí mismo y al mundo, y la manera de relacionarse con las personas que se encontrará en el futuro. En esta etapa pueden surgir diversas circunstancias que pueden poner al niño o al adolescente en conflicto consigo mismo o con su entorno. Algunas de estas circunstancias pueden ser:

  •  Dificultades de manejo emocional: miedos, ansiedad, problemas de tolerancia a la frustración, problemas del estado de ánimo…
  • Problemas de comportamiento.
  • Acontecimientos traumáticos: duelos, divorcios, cambios  de colegio…etc.
  •  Problemas de autoestima.
  • Acoso escolar.
  • Falta de habilidades sociales.
  • Problemas de alimentación y de retención.
  • Problemas de sueño.
  • Diagnóstico de alguna psicopatología (Trastorno Defecit de Atención con hiperactividad, Trastorno obsesivo compulsivo, Depresión infantil…).

Al igual que los adultos, los niños pueden presentar dificultades a la hora de manejar algunas de estas circunstancias, incluso es frecuente que les cueste más por la falta de experiencia a la hora de resolver conflictos.

En Cadapa, la psicoterapia con niños y adolescentes se plantea como una intervención a dos niveles. Por un lado, un trabajo con los padres, que son una herramienta indispensable, ya que son los expertos en su propio hijo y lo conocen mejor que nadie. A este nivel se trabajan pautas, reflexiones, atribuciones y expectativas sobre su hijo, etc. Por otro lado, el segundo nivel de intervención hace referencia a un trabajo directo con el niño o el adolescente a nivel emocional, cognitivo y conductual, en un espacio seguro, de escucha, aceptación y comprensión. En el caso de los niños este espacio se les plantea de forma lúdica, ya la manera de expresión de los niños es el juego. De este modo, se trabajan la identificación, el reconocimiento y el manejo de las emociones, las habilidades sociales, la asertividad y la autoestima. En el caso de los adolescentes, dicho espacio está más dirigido a que puedan explorar y expresar sus emociones, conflictos e inquietudes sobre sí mismos y el mundo, acompañados siempre del terapeuta.